Cosmopolis
Esta película llega a cerrar las bocas que menosprecian a Robert
Pattinson y lo coloca en un mundo futurista (pero retratado como si
fuera en los sectores menos favorecidos de Manhattan) de glamour y
decadencia para interpretar al joven millonario Erick Packer. Pasando la
mayor parte del tiempo conversando con colaboradores, amantes y
empleados, dentro de su fastuosa limousine –en la que tiene monitores
ultramodernos que le informan al segundo de los movimientos de las
bolsas de valores– vemos un día en la vida de Packer en el que sus
negocios van en picada mientras alrededor del mundo van creciendo cada
vez más las protestas por la desigualdad económica.
El mayor reto para el espectador y, a la vez, el mayor atributo de esta
película, son los diálogos saturados de reflexiones filosóficas y
psicológicas, que provienen directamente de la novela de DonDelillo en
la que se basa la cinta. Pero la maestría para crear la atmósfera e
ilustrar las reflexiones muestran la gran capacidad del director para
analizar nuestro mundo a través de uno creado por él. La densidad de
este filme explica las opiniones encontradas de la crítica pero, si
aceptamos recibir una lluvia de ideas, nos quedaremos con más de una
memorable.
via: lasagarobsten
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