11 noviembre 2012

Articulo: Sangre nueva para Pattinson

Pattinson busca su propio camino. 

Podría decirse que ya en los albores de su transformación en astro de fama global gracias al cine Robert Pattinson tenía a la vista y bien claros los costos que habría de pagar a la fuerza para darle correspondencia en la pantalla grande a un portentoso éxito literario. Así lo sugiere un paralelismo surgido del primer vistazo a su filmografía: Crepúsculo se estrenó en 2008 al igual que Little Ashes , un film pequeño e independiente rodado en España, hablado en inglés y jamás estrenado en los cines argentinos (se conoció por cable) en el que personificaba a un jovencísimo Salvador Dalí viviendo aventuras creativas y afectivas con sus contemporáneos Buñuel y García Lorca en la universidad. Pattinson tenía entonces 22 años.

No volvería a intentar algo parecido en los dos o tres años siguientes, vampirizado en sentido literal y simbólico por los dientes afilados de Edward Cullen. Por un buen tiempo quedó en todos la sensación de que el personaje le quitaba cada noche a su intérprete todo posible estímulo alternativo: el Tyler de Recuérdame y el Jacob de Agua para elefantes eran personajes sin sangre. Como si en vez de Pattinson fuese el propio Edward Cullen (incómodo, fuera de su mundo) quien aparecía en esos films.
Durante los últimos días, en las vísperas del lanzamiento mundial simultáneo del cierre de la saga (que también llegará aquí el jueves próximo) Pattin son habló de su amor por los perros, de sus canciones preferidas, de sus inseguridades y (un poco menos) de los agitados avatares de su vínculo amoroso con Kristen Stewart. Pero sobre todo se detuvo a contar que pasó dos años (entre los 23 y los 25) sumido en una depresión de la que sólo pudo salir gracias a David Cronenberg.

Otro paralelismo: la vida cinematográfica de Edward Cullen se cierra para Pattinson el mismo año en que interpreta a Eric Packer en Cosmópolis . Un personaje claustrofóbico que le brindó gran reconocimiento y que a la vez funciona, paradójicamente, como símbolo de escapatoria y válvula de salida.
Ese cierre (al que se suma el Georges Duroy de Bel Ami ) presagia nuevos comienzos. Pattinson será Lawrence de Arabia en Queen of Desert, de Werner Herzog, volverá a trabajar con Cronenberg en Maps of the Stars y maneja otros tres proyectos para 2013. Sangre nueva de aquí en adelante..

lanacion
via: twilightargentina

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