Hay un cierto cambio de energía cuando una estrella de cierto status entra en un edificio. Lo sientes cuando Kate Moss entra en una habitación - la atmósfera se vuelve extrañamente cargada. Y lo sientes cuando Robert Pattinson está a diez pies de distancia, al otro lado de un director de operaciones en la suite de un hotel de Beverly Hills. Incluso aunque el hotel es un punto de parada diaria para los famosos - Rachel Zoe está en el Salón Polo hoy comiendo, con un sombrero largo y flexible; January Jones estaba en el lobby la noche anterior - la presencia de Robert ha creado una corriente palpable en el aire. Trim, una inmaculada mujer parisina de la casa de Dior (recientemente él ha firmado el contrato para ser la nueva cara de la fragancia Dior Homme) recorre arriba y abajo los pasillos, esgrimiendo carpetas y viéndose bastante nerviosa. "Robert está listo, ¿si?" susurra una a través de la puerta, mientras un guardaespaldas inescrutable me empuja dentro de la habitación que contiene una de las estrellas del cine más indiscutibles de la década.
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La figura que se levanta del sofá no aparente ser alguien con el título de alguien que maneja 25 millones de dólares por una foto. O como Edward Cullen, el misterioso, etéreo adolescente vampiro que llevó a Robert Pattinson a la fama a un nivel casi inimaginable. Él es joven y educado, tímido, mientras me da la mano, como un adolescente nervioso, bien educado conociendo a los padres de su novia por primera vez. El pelo que creó miles de sitios fans está tapado hoy con una gorra de baseball hacia atrás- Lleva un suéter suave, marinero, vaqueros oscuros y calcetines con manchas con sus zapatillas de deporte negras - el uniforme de los chicos de clase media del oeste de Londres, extrañamente incongruente entre tanta influencia de LA. Parece ridículo describirle como guapo. Por supuesto que lo es- él es Robert Pattinson. Pero él no es guapo un guapo inmaculado, imponente y confiado de la manera en la que lo esperas de los iconos de la gran pantalla. Más como un chico adolescente que no se siente del todo cómodo con la lotería artística que ha ganado.
Pattinson es célebre por no gustarle esta parte del trabajo - las entrevistas y el escrutinio - pero no hay hostilidad en la habitación hoy, más el sentimiento de un joven amigable en una boda forzado a sentarse cerca de un pariente mayor, riéndose diplomáticamente de mis chistes, conectando sus pensamientos con un montón de impuestos "kind of, sorta and like" de LA. Él es dulce, sorprendentemente abierto y se ríe mucho. Dándole tragos a una Coca-Cola light y dándole caladas sin fin a cigarrillos electrónicos, habla sobre Dr. Who ("Nunca he visto un episodio. Eso es realmente malo, ¿no?") y Juego de Tronos ("Todo el mundo está obsesionado con ello. Una locura").
Él conoce una buena forma de lidiar con la "locura", habiendo sido catapultado a un nivel de fama que desafió a todas las expectativas. Un papel en Harry Potter y El Cáliz de Fuego hizo que le nombraran como "el nuevo Jude Law". Luego, en 2008, él venció a otros 3000 para aterrizar en el papel protagonista de The Twilight Saga. Su vida fue transformada.
Estos días, las campañas de fragancias se han convertido en un movimiento deliberado en sus carreras para las estrellas de la A-list, que firman contratos con grandes casas de moda para grabar campañas hermosas con directores reputados. ¿Y quién mejor para representar tu marca que el hombre en el centro de una franquicia de películas que vale más de tres billones de dólares? Inteligente Dior. Los anuncios son impresionantemente atmosféricos, como una película pequeña de Warhol, grabada entre los skylines de Nueva York por Nan Goldin con Robert corriendo sobre tehados y comprometiéndose en apasionados encuentros con una actriz joven francesa. Él parece un latente James Dean. Su pelo ha sido cortado casi al corte normal de la Armada.
"Inicialmente iba a rapármelo. Quería tener un pelo realmente corto para esto". Hace una pausa pensativo. "Supongo que tenía miedo, en realidad. Vas a hacer un anuncio y no quieres parecer como que estás posando". Le han ofrecido contratos de mucho dinero antes, por supuesto, probablemente a diario. Parece un movimiento poco probable para alguien tan manifiestamente privado aún así, hacer una campaña de anuncios. Así que, ¿por qué ahora?
"Antes, estaba obsesionado pensando, "La gente va a pensar que eres un vendido", y ahora, por supuesto, cada actor en el mundo ha hecho una. En el pasado siempre decía que no a todo. Pensaba que me juzgarían mucho por eso". ¿Qué le hizo cambiar de parecer? "Dior vino y se sintió correcto. Era una gran decisión - He rechazado muchos de los otros en el último minuto antes".
Por supuesto que lo ha hecho. Twilight no era lo que era sin su precio. Pattinson vive bajo una persecución constante de los paparazzi y fans enloquecidos, y su vida privada se debate a diario. Estrictamente no tiene que haber ninguna mención hoy a su ruptura de alto nivel con Kristen Stewart, pero me pregunto si siente ¿que le precio a pagar ha merecido la pena? La franquicia, después de todo, le ha dado el dinero y el poder para escoger y elegir lo que va a hacer después.
"Algo así. Puede ser realmente difícil hacer una transición de algo como Twilight una vez que la gente te identifica con algo así, y es difícil encontrar la manera de salir de eso. Y también, quiero decir, no soy tan fácil de elegirme por mi....físico. Soy bastante larguirucho. No puedes verme con exactitud en una película de deportes o algo así, ¿puedes? Nunca voy a interpretar a uno de esos tíos".
Seguramente, él sabe que es ¿material de protagonista? "No lo sé", él da una calada a su cigarrillo electrónico y se ríe. "Quizás tengo una dismorfia corporal". ¿No se ve él como alguien atractivo? Frunce el ceño. "Depende, a veces. Pero soy raro con mis looks. Una vez que te fotografían mucho, te cambia. Recuerdo cuando vi por primera vez Twilight, no me importaba cómo me veía - había menos presión, supongo. Estaba como, '¡Estoy guay como la mierda!'", se ríe.
Y ahora hay presión en abundancia. La pasada noche, le vi en un evento de Dior en LA para lanzar la campaña. Llegó viéndose apuesto con un traje de color azul marino y respondió a las preguntas obedientemente, pero parecía curiosamente tímido para alguien tan acostumbrado a ser fotografíado y contemplado.
"Cada vez que aparezco en cualquier sitio, pienso, 'No sé cuántas veces más puedo hacer esto'. Vestirme para aparecer en cualquier lado y ser mirado - Me pongo tan nervioso. Hasta el último segundo en el que me tengo que is, me cambio millones de veces. Es una locura. Literalmente justo antes de ir, me miro en el espejo y pienso, 'Te ves como la mierda'. Empiezo a preocuparme por las arrugas". Él tiene 27. ¿En serio? "Honestamente. Todos los que trabajan conmigo saben que tendrán que sentarse ahí y esperar a que pase por mi proceso de tener mi ataque de pánico por cómo me veo".
Es difícil decidir si él hubiese elegido este camino sabiendo lo que sabe ahora. Él era un chico de clase media de un suburbio afluente del oeste de Londres, el hijo de una agente de modelos y un hombre de negocios que se acabó uniendo a un grupo local de teatro cuando era adolescente. Y, como él mismo señala, nadie sabía que Twilight iba a despegar ("todo era tan inesperado - los estudios ni siquiera habían comprado los derechos de los otros libros, así que terminaron siendo estafados"). Actores como Daniel Craig y Matt Smith al menos sabían en lo que estaban firmando, interpretando a personajes que inspiran convenciones de fan e industrias enteras. A parte del éxito de las novelas, nadie podría haber predicho la respuesta ferviente a las películas de Twilight.
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