18 febrero 2012

Robert Pattinson y Christina Ricci coronaron la Berlinale 2012 con Maupassant



Finalmente ayer viernes 17 de febrero concluyeron las proyecciones de las dieciocho películas en Competencia para el Oso de Oro durante la Berlinale 2012. Con una presencia visiblemente amainada de periodistas y público tocó a su fín esta parte del festival mientras las otras secciones mantienen su programación hasta el domingo, dia dedicado al público .

Incluso el Mercado Europeo del Cine (EFM) ya había cerrado las puertas después de mediodía de ayer con un récord mayor al 2011: asistencia de 7800 delegados de 100 países, proyecciones de 760 películas y presencia de 403 compañias y productoras de cine de 57 países. El EFM, bajo la dirección de Beki Probst, se ha convertido en los últimos años en una verdadera plataforma internacional para la venta y compra de películas. El magnífico y amplio museo Martin Gropius Bau le alquila buena parte de sus instalaciones durante el festival.

Así mismo, la noche del jueves la sección Berlinale Talent Campus, en su décima edición, acabó su programa de actividades en el Teatro Hebbel. A la misma asistieron 350 jóvenes talentos y estudiantes del cine seleccionados de 99 países, con el fin de entrelazar lazos de cooperación y asistir a debates coordinados por expertos y grandes nombres del cine internacional, tales como: Victor Kossakovsky, Volker Schlöndorff, Hou Hsiao-Hsien, Juliette Binoche, Christine Vachon, Nuri Bilge Ceylan, Mike Leigh, etc. El lema de este año fue Changing Perspectives (Cambiando las perspectivas).

Al caer la noche de hoy sábado, nos enteraremos en la gala oficial vivo en directo para la televisión alemana, sobre el veredicto del jurado sobre los Osos de Oro y de Plata. A su trabajo de evaluación se añadieron, durante los dos últimos días las siguientes producciones: la película húngara Just the Wind, la película danesa A Royal Affair (Un Asunto Real), la película alemana Mercy (Misericordia) y la mega producción china en 3D Flyings Words o Dragon Gates.

El jueves se proyectó la película húngara Just the Wind (Simplemente el viento), de corte documental, que gira en torno a una serie de homicidios (aún impunes) a familias romas que se sucedieron en Hungría años atrás. La cámara acompaña, en un dia lleno de humillaciones y desplantes, a cinco miembros de una familia roma durante veinticuatro horas La mañana comienza en tinieblas, sin nada que comer y concluye tarde en la noche cuando la familia completa duerme en una cama, pegada a la ventana donde sopla el viento. Esa misma noche serán asesinados a sangre fría, sin ninguna razón, en su propia casa en manos de racistas, protegidos por la policía y el gobierno. La película Simplemente el Viento tematiza una problemática europea poco conocida en otras periferias. Una realidad que tiene que ver con la discriminación y el racismo en contra de la minoría étnica Roma y Sinti. No sólo en Hungría, bajo el gobierno de extrema derecha del presidente Viktor Orbán, sino especialmente en países como Italia, Rumania, Francia o Bulgaria. Allí ésta minoría, también europea, son tratados como delincuentes e ilegales. Debido a la importancia política de esta película como documento de alerta y de alarma fue elegida como ganadora del Premio de la Paz 2012 (www.friedensfilm.de) en la noche de ayer.

Le siguió la película Mercy (Misericordia) del director alemán Mathias Glasner, sobre la que escribiré más tarde, así como sobre la participación del cine alemán durante esta edición.

Continuamos con la coproducción europea A Royal Affair (Un asunto real) del director Nikolaj Arcel, la cual gira en torno al personaje Johann Friedrich Struensee, nacido en Halle e inspirado en los ideales de la Iluminación según Voltaire y Rousseau. En la película se revela su decisiva influencia como médico de cabecera y consejero político en las decisiones del Rey Christian VI. en Dinamarca en los alrededores de los años 1768 hasta su muerte en la guillotina en 1772. Durante esos años se convertirá en el motor del cambio político en ese país, decretando la libertad de expresión, la vacunación para los pobres, la edificación de orfanatos, el mejoramiento de las condiciones higiénicas de la población, la reducción de beneficios para la nobleza, entre otros aspectos verdaderamente (para la época) revolucionarios. Sin embargo, en un complot organizado por la madre del rey, la iglesia y la nobleza lo acusarán de traición al rey y descubrirán su relación escondida con la reina Caroline Mathilde. El actor Mads Mikelsen interpretó el rol de Struensee y la actriz Alicia Vikander de la Reina C. Mathilde. La película aburrió a unos y animó a otros. Pero no es, ni en mucho, favorita para los osos.

Con la producción transeuropea Bel Ami, dirigida a dos manos por Declan Donnellan y Nick Ormerod culminó la última jornada del festival ayer viernes al mediodida en un dia ya no gélido, pero lluvioso. Bel Ami está basada en la obra homónima de Guy de Maupassant y protagonizada por el ídolo de masas de adolescentes en todo el mundo, el joven Robert Pattinson El elenco de damas que hacen de amantes en Bel Ami está formado por un elenco de actrices de una generación anterior: Kristin Scott Thomas, Christina Ricci y una fabulosa Uma Thurmann. Solo Ricci, con un escote profundo y una melena negra y lacia, acudió a presentar la película junto a Pattinson y ambos directores.



La sala de prensa estuvo a punto de reventar y las inmediaciones de la Potsdamer Platz se volvió por algunos momentos del todo intransitable. Pattinson con su mirada esquiva, casi miope, sus pobladas cejas negras y sus labios rojos-sangre puestos en un rostro pálido, casi transparente, se autorecrea, sin escapatoria, en su rol de vampiro joven tanto en Bel Ami como en la conferencia de prensa. No logra abandonar su rol de Twilight (Crepúsculo). Sentimos una profunda intrascendencia del ser. Pattinson, un Dorian Gray convertido en drácula eterno, enamorado de su imagen en el espejo, sin otra cosa que mostrar que no sea la vanidad y vacuidad que interpreta como el joven Duroy.

Si no fuera porque Bel Ami ilustra a la perfección el fuerte entrelazamiento del poder político y la prensa, los sistemas corruptivos, la decadencia de los personajes que interáctuan y se reparten el poder sin ética, ni escrúpulos, Bel Ami sería solo una eternización del ídolo desolado Pattinson. Al escribir estas notas, el Presidente alemán Christian Wulf, ha decidido, con una tardanza de dos meses, dimitir del poder. Se le acusa de graves y numerosos hechos de tráfico de influencias y cohecho.

Salvando algunas incongruencias fílmicas como Haywire o Dictado, la Berlinale 62 mostró nueve días de cine de alto y controvertido contenido político y social, en los cuales los dramas individuales y familiares como lo colectivo tuvieron su respectivo lugar.

En resumen podríamos decir que la Berlinale 2012 se perfiló como una plataforma audiovisual de gran repercusión internacional sobre las problemáticas geopolíticas mundiales actuales: la violencia, el racismo, las desigualdades sociales, el abuso y maltrato a ni@s y menores, la guerra y sus consecuencias, las revoluciones civiles.

La historia pasada y sus revoluciones: la francesa o la maoísta y la historia por hacer, por ejemplo la árabe, fueron sus ingredientes fundamentales. Asi como también y sin dejar de lado: un poco de Hollywood con Meryl Streep y Angelina Jolie y de Bollywood con Shah Rukh Khan.


Fuente: analitica

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