Operando en las calles de Nueva York, Bobby (Peter Facinelli) es
un joven carterista metido en líos más allá de sus límites cuando cae
en sus manos la billetera del teniente Sullivan (Michael Madsen),
ligado a su jefe (William Forsythe) en inesperado problema con otro
delincuente a puñetazos tras las rejas.
Carmen (Christy Carlson Romano), la madre de Bobby, está a punto
de mudarse junto al joyero Carl (Joe Pantoliano), provocando
intercambio de maletines que contienen valiosas sortijas con las que
acaba envuelto Bobby, pararrayos de múltiples tormentas.
Por si fuera poco, en una cita de una sola noche, Bobby dejó
embarazada a Lucy (Jaimie Alexander), cuyo nombre apenas recuerda. El
padre renuente ofrece pagar por deshacerse de la criatura, pero la
grávida prefiere preservarla, con beneplácito de la futura abuela
Carmen.
Peter Facinelli escribió el guión de Loosies y el director Michael
Corrente intenta empatar argumentos que van cada uno por su lado. Por
ejemplo, los primeros 10 minutos siguen a Bobby y Lucy por los pasillos
del Subway, sin explicación de que han de convertirse en protagonistas
de un romance en gestación.
Facinelli, buen actor y apuesto galán, sirve de episódico eslabón
en esta cadena desigual y desconcertante. Es imposible aburrirse,
porque la mente se mantiene ocupada tratando de figurarse adónde van
Bobby, Lucy, Carmen y Carl antes de que la película se desvanezca en
enigmático mutis por el foro.
Fuente: El nuevo Herald
Via lasagaamanecer
Via: Diariotwilight
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