El próximo 18 de noviembre llega a nuestras salas “La saga Crepúsculo: Amanecer – Parte 1”, penúltimo capítulo de la popularísima franquicia basada en las novelas de Stephenie Meyer. Dentro de la gira promocional de la película recibimos en Madrid la visita de Nikki Reed, que interpreta en la ficción a Rosalie Hale, una de las integrantes del clan Cullen.
Su personaje en la serie es totalmente opuesto a cómo parece ser ella
en realidad. Dulce, agradable, con una sonrisa constante que deja
intuir incluso cierta timidez, algo que no deja de ser sorprendente en
alguien que, quiera o no, vive desde años sumida en una vorágine
mediática y de fans.
Última película de la saga…
Es un poco extraño, pero ahora toca empezar la promoción, así que
durante un tiempo nos seguiremos viendo muy a menudo. Pero bueno, creo
que tampoco ha sido nada demasiado dramático para nadie, sobre todo
porque el último día de rodaje estábamos muy cansados, estuvimos rodando
hasta las seis de la mañana, así que no pensamos en mucho más.
Después de interpretar tantas veces al mismo personaje, me gustaría
saber qué te llevas de tu papel de Rosalie y qué le has aportado tuyo, a
nivel personal.
Si te soy sincera, en este tipo de películas no tenemos mucha libertad
para aportar cosas personales. Al basarse en un libro, está todo muy
bien definido; además, en cuanto a mi personaje, las películas se
centran muchísimo en la historia de amor de Edward y Bella, Robert
Pattinson y Kristen Stewart, así que me he centrado en la parte física
del personaje, movimientos, miradas, para que no resultara tan
antipático como parecía en principio.
Al menos no será un trabajo repetitivo, al cambiar de director en cada parte.
Es cierto, porque no sólo eran diferentes, sino que eran muy diferentes.
Parecen cinco películas distintas, cada una cambia mucho respecto de
las otras. Los actores hemos estado muy abiertos a las sugerencias de
cada uno, hemos seguido lo que ellos nos iban diciendo. Si estás en una
serie de televisión semanal, puedes acabar cansado y que se te antoje
todo igual; pero aquí no ha sido el caso, ni mucho menos. Por ejemplo,
para esta última entrega se han añadido más de cuarenta personajes
nuevos, es tremendo.
Habrás aprendido mucho de la parte técnica de los rodajes.
Desde luego, te das cuenta de lo difícil que es ponerse detrás de las
cámaras. Si tuviera que hacerlo yo estaría más bien preocupada por no
estropear las cosas. Pero sí me gustaría dirigir, es uno de mis
proyectos de futuro. Eso sí, me interesa algo más realista, de tono
menos fantástico.
¿Qué ha sido lo más complicado para ti a la hora de trabajar en la saga?
Sonará a tópico, pero lo del maquillaje es increíble, de verdad. Tienes
maquillaje por todo el cuerpo, no puedes tocar a nadie, las lentillas
no te dejan ver bien… un horror. Y la ropa pesaba muchísimo. Eso por sí
solo es un reto, porque supone una nueva forma de actuar. Y por otra
parte, la contraposición del personaje de Rosalie en las novelas y las
películas, que no tiene mucho que ver; me sorprendió mucho en ese
sentido recibir el primer guion y ver cómo cambiaba, tuve que adaptarme
respecto de la idea que tenía en la cabeza. Centrarme más en gestos,
miradas, que aportaran todo el carácter del personaje de los libros.
¿Cómo has vivido el tremendo impacto de la saga entre los fans?
Ha sido un fenómeno increíble. Pero hay que ser consciente de que es
algo extraordinario, no es habitual, y además es algo temporal. Intento
mantenerme un poco al margen de todo esto, porque la fama viene y va en
función de cada proyecto. Llevo diez años en este negocio, sé que es
algo muy cambiante; pero intento disfrutarlo, claro.
¿Por qué crees que el vampiro se ha convertido casi en un icono del romanticismo?
Bueno, en la historia los vampiros siempre han tenido un componente
sensual. Nunca mueren, son eternamente jóvenes, son atractivos, te
chupan la sangre del cuello… siempre han sido algo sexy, en cierto modo.
Lo que ha hecho la saga “Crepúsculo” es quitarles ese elemento
peligroso, principalmente.
Volviendo a tu parte profesional, firmaste con Catherine Hardwicke el
guion de “Thirteen” en 2003, pero no has vuelto a escribir más. ¿Por
qué?
Sigo escribiendo, nunca lo he dejado, pero no he escrito más guiones.
Escribo mucho en mi blog, porque en ese formato no necesito la
aprobación de nadie. Y estoy preparando algo con vistas a publicarlo
este año o el que viene. Si te fijas en la gente de mi edad que trabaja
en este negocio, lo que buscan es llegar a la fama lo antes posible; yo
tengo otros intereses. Acabo de rodar un corto con mi amigo DJ Qualls,
un par de videoclips musicales… nada de mucha relevancia, pero aprendo
mucho. Me gustaría también volver a estudiar, porque he empezado cosas
pero no he terminado nada: Filosofía, Psicología, Historia… me
gustaría empezar Periodismo, la verdad.
Fuente: LaButaca
via: todotwilightsaga
04 noviembre 2011
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