“Water for Elephants” es una de las películas más bellas que usted verá este año. Con la ayuda de Rodrigo Prieto, discutiblemente uno de los mejores cinematógrafos mexicanos, el director Francis Lawrence, quien realizó “I Am Legend” y “Constantine“, nos entrega una hermosa cinta colorida llena de vitalidad y elegancia con el tema del amor en el centro de su historia. Desafortunadamente, uno necesita que la química de los protagonistas sea fuerte para poder convencer a la audiencia de esto.
Este film tiene sus grandes momentos, pero también posee algunos de mediocridad que le pesan. Es una película muy bien hecha pero, debido a que podría haber sido perfecta, se le tiene que medir a una escala diferente. Las críticas aquí no son de carácter negativo y me gustaría que fueran vistas como constructivas.
La película, en esencia, es la versión circo de “Titanic“, de 1997. Posee la misma estructura: anciano narra su historia de un trágico suceso en forma de flashbacks cuando era joven, su romance con una mujer que estaba fuera de su alcance y el recuerdo de la tragedia que aún cicatriza emocionalmente a nuestro narrador. Robert Pattinson es Leonardo DiCaprio y Reese Witherspoon es el personaje de Kate Winslet. Esta delineación argumental es muy exitosa, pero ya la he visto hecho mejor con el filme anteriormente mencionado. No creo que sea absurdo decir que muchos de los que verán la película se sentirán como si la hubiesen visto antes. Va a ser una reacción involuntaria e inconsciente, pero uno que afectará el juicio del espectador.
Basado en el libro de Sara Gruen, “Water for Elephants” gira alrededor de la vida de Jacob (Robert Pattinson), un estudiante de veterinaria del lado equivocado de las vías, que se reúne y se enamora de Marlena (Reese Witherspoon), la estrella del circo de los hermanos Benzini. Ambos descubren la belleza del mundo debajo de la carpa y la compasión por un elefante llamado Rosie. Los dos se enfrentan al reto del peligroso y carismático marido de Marlena, August (Christopher Waltz), quien trata de mantener su matrimonio y el circo vivos, sin importar las consecuencias.
El trabajo individual de Robert Pattinson (“Twilight“) es la mejor actuación que lo he visto hacer en toda su carrera. El muchacho es fotogénico y encantador; definitivamente tiene la magia para atraer a una gran contingencia de cinéfilas con ese inocente comportamiento. Witherspoon es Witherspoon, nada más y nada menos. Waltz imitó su mismo personaje de Col Hans Landa en “Inglorious Basterds“. Al que le quito mi sombrero es al viejo Hal Holbrook, quien encarnó a la versión anciana de Jacob. Casi se me salieron las lágrimas cada vez que ocupaba la pantalla, en particular al final. Hay algo que decir sobre el visto frágil y vulnerable en primer plano de una persona mayor. Es algo muy poderoso.
Ritmo y diálogo jugaron un papel importante en las causas que esta cinta no fue perfecta. El ritmo es a veces disparejo y, como resultado, se sintió lento y fatigoso por la mitad. Lawrence debió haber cortado algunas escenas, incluso sus escenas favoritas con Pattinson. Sin embargo, la calidad visual y la historia en general son suficientes para mantenerlo a uno en el teatro sin quejarse.
¿Es entretenida? No como “Fast Five“, pero ese no es su propuesta. Su objetivo es de transportar al espectador a los inicios del siglo 20 y convencerlo de que los hechos de la historia en verdad ocurrieron. Su meta fue lograda, pero ojalá no tuviésemos que experimentar los ciertos momentos aburridos de la mitad. No obstante, esta es una película encantadora, que si gustas de dramas románticos, no te disgustará.
amoelcine via @RPattz_Colombia
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