13 agosto 2010

* Tanto Como Duren Nuestras Vidas* Feliz Aniversario "Isabella Swan & Edward Cullen"

Un dia como hoy 13 de agosto Isabella Swan decidio darle un SI a su gran amor Edward Cullen, recordemos este momento tan especial!! ATENCION SPOILER




-La musica sonaba muy fuerte y subia flotando por las escaleras junto a la fragancia de un millon de flores. me concentrè en la idea de edward esperando abajo para lograr poner los pies en movimiento.

-la musica me resultaba familiar, la marcha tradicional wargner rodeada de un flujo de florituras.

- Es mi turno -- replico alice -- cuenta hasta cinco y sigueme.

Ella comenzo una lenta danza llena de gracia mientras bajaba las escaleras. Deberia haberme dado cuenta de que tener a alice como mi unica dama de honor era un herror. sin duda iba a parecer mucho mas descordinada andando de tras de ella.
Una rempentina fanfarria vibrò a traves de la musica que sobre volaba el lugar y reconoci mi entrada.

- No permitas que me caiga, papà-- susurrè y Charlie me colocò la mano sobre su brazo y la sujetò allì con fuerza.

Un paso a la vez, me dije a mì misma cuando comencè a decender al ritmo lento de la marcha. no levante mis ojos hasta que vi mis pies a salvo en el piso de abajo, aunque podia escuchar los murmullo y el susurro de la audiencia cuando aparecì a la vista de todos. la sangre se me subio a las mejillas con el sonido; claro que todo el mundo cuenta con la ruborosa novia.
Tan pronto mis pies pasaron las traicioneras escaleras me quede mirandolo. durante apenas un segundo me distrajo la profusion de flores blancas que colgaban en guirnaldas de cualquier cosa que ubiera en la habitaciòn que no estuviera viva, pendiendo de las largas lineas de vaporosos lazos, pero a partè los ojos del docel en forma de eramada y busquè a travès de las filas de sillas envueltas en raso, ruborizandome mas profundamente mientras caian en la cuenta de aquella multitud de rostros, todos pendientes de mì, hasta que lo encontre al final de todo, de pie delante de un arco rebosante de mas flores y mas lazos.
Apenas era consiente de que Carlisle estaba a su lado y el padre de angela de tras de los dos. no veia a mi madre donde debia estar sentada, en la primera fila, ni a mi nueva familia ni a ninguno de los invitados. tendria que esperar hasta despues.
Todo lo que ahora podia ver era el rostro de Edward, que lleno mi visiòn e inundò mi mente. Sus ojos brillaban como la mantequilla derretida, en todo su esplendor dorado, y su rostro perfecto parecia casi severo con la profundidad de la emociòn. Y entonces, cuando su mirada se encontro con la mia, turbada, su rostro se ilumino con una sonrisa de jubilo que quitaba el aliento.
De repente fue solo la presion de la mano de charlie en la mia la que me impidio echar a correr hacia adelante atravesanso todo el pasillo.
La marcha era tan lenta que luche para acompasar los pasos a su rotmo. Menos mal que el pasillo era muy corto, hasta que al fin, por fin, llegue allì. Edward extendio su mano; Charlie tomo la mia y, en un simbolo tan antiguo como el mundo. la coloco sobre la de Edward. Yo roce el frio milagro de su piel y me senti en casa.
Hicimos Votos sencillos con las palabras tradicionales que se habian dicho millones de veces, aunque jamas por una pareja como nosotros. Solo le habiamos pedido al Seños Weber que hiciera un pequeño cambio y el amablemente sustituyo la frase "hasta que la muerte los separe" por una mas apropiada, que decia. "Tanto como duren nuestras vidas".
En ese momento, cuando el sacerdote recito esa parte, mi mundo, que habia estado boca abajo durante tanto tiempo, pareciò estabilizarse en la posiciòn correcta. Comprendi lo tonta que habia sido temiendo este momento, como si fuera un regalo de cumpleaños que no deseaba o una exibiciòn embarazosa como la del baile de graduaciòn. Mire los ojos brillantes, triunfantes de Edward, y supe que yo tambien habia ganado, porque nada importaba salvo que me quedaria con el.
No me di cuenta de que estaba llorando hasta que llego el momento de escuchar las palabras que nos unirian para siempre.

-- Si, acepto -- me las arregle para pronunciar con voz ahogada, en un susurro casi ininteligible, parpadeando para aclarar los ojos de modo que pudiera ver su semblante.

Cuando fue su turno de hablar, sus palabras sonaron claras y victoriosas.

-- Si, acepto -- Jurò.

El seños Weber nos declarò marido y mujer, y entonces Edward acuno mi rostro en sus manos cuidadosamente, como si fuera tan delicada como los petalos blancos que se balanceaban sobre nuestras cabezas. Intentè comprender, a travèz de las lagrimas que me cegaban, el hecho surrealista de que esta persona asombrosa fuera mia. Sus ojos dorados tambien parecìan llenos de lagrimas, a pesar de que eso era imposible, Inclino su cabeza hacia la mia y yo me alce sobre las puntas de los pies y arroje mis brazos, con ramo y todo, arededor de su cuello.
Me besò con ternura, con adoraciòn, y yo me olvide de la gente, el lugar, el momento, y la razòn.... Solo sabia que el me amaba, que me queria y que yo era suya.

0 comentarios:

Noticias Relacionadas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

ShareThis